Alivio del síndrome postvacacional

Cansancio, falta de motivación, dificultad para concentrarse, ansiedad..., son los principales síntomas de lo que se conoce hoy en día como “síndrome postvacacional”. Después de algunas semanas de vacaciones, el retorno al trabajo puede acarrear un estado de apatía, que si no se corrige, puede desembocar en un cuadro depresivo.

La reincorporación laboral y la vuelta a la rutina no suelen ser de nuestro agrado, y puede que experimentes cambios mentales, emocionales o cognitivos que afecten a tu estado de ánimo de manera negativa, generándote estrés, con malestar, ansiedad, palpitaciones, sudoración, hiperventilación, taquicardias, temblores y cambios de humor repentinos.

A todo esto, este año además se suma el clima de desasosiego que nos rodea debido a la pandemia por el coronavirus, con una incertidumbre mantenida acerca de las condiciones laborales, la vuelta al cole de nuestros hijos, el miedo al contagio o a contagiar, etc.

Normalmente el estrés postvacacional no suele durar más de 2 o 3 semanas y son muy pocos los casos que necesitan ayuda profesional. Pero no por ello deja de ser incómodo. En muy extrañas ocasiones, el estrés postvacacional puede perpetuarse más allá de un mes para convertirse en un síndrome de ansiedad generalizada o un estrés crónico. En ambos casos, deberías consultar a un especialista.

Hay algunas recomendaciones para evitar estos síntomas postvacacionales: incorporarse al trabajo poco a poco, motivarse con retos a corto plazo y no estresarse intentando solucionar todos los problemas el primer día. Además también se aconseja guardar algún día libre para solucionar asuntos personales, repartir las vacaciones y evitar los días de operación retorno. De esta manera podemos reducir la sensación de agobio y preocupación. Los expertos también recomiendan iniciar algún nuevo proyecto personal cuando regresamos de las vacaciones.

Síndrome postvacacional, ¿cómo afrontarlo?

El hecho de poder desconectar del trabajo durante las vacaciones ya debería ser suficiente aliciente como para volver a la vida cotidiana con las fuerzas suficientes para no sufrir ningún síntoma postvacacional, pero no siempre es así. Los podemos padecer todos en mayor o menor grado, incluso los que amamos nuestro trabajo con pasión... El síndrome postvacacional no solo es fácilmente reconocible, también es previsible y la buena noticia es que, con fuerza de voluntad y unos sencillos hábitos, estos síntomas mejorarán notablemente. ¿No sabes cómo? Sigue estos consejos:

Reserva unos días de transición. Tanto si te has ido de vacaciones como si te has quedado en casa y simplemente has cambiado tu rutina por unos días de desconexión, reserva dos o tres días de transición hasta empezar tu jornada laboral. Si te has marchado, regresa unos días antes de incorporarte. Esto te ayudará a aclimatarte de forma más paulatina a tu vida laboral.

Adapta tus horarios. Incluso si los días previos estás fuera de casa, adapta tu horario y ve acercándote paulatinamente a tus horarios habituales de trabajo. Aunque tengas que empezar a madrugar durante tu periodo de descanso, tu cuerpo lo agradecerá, ya que se adaptará con anterioridad a los horarios habituales. Deberás empezar a retomar también otros hábitos, como el horario de comidas, que suele ser bastante arbitrario durante las vacaciones.

Reanuda tus actividades extralaborales cuanto antes. Si salías a tomar algo con la gente del trabajo habitualmente o jugabas a pádel en mitad de tu jornada laboral, retómalo y vuelve a tu rutina diaria intercalando las actividades más placenteras o que menos pereza te dan.

Evita el estrés en los primeros días de vuelta al trabajo. Si puedes aplazar alguna actividad especialmente estresante, no lo dudes: es mejor que te enfrentes a ella un poco más adelante, cuando estés más predispuesto y entrenado para desempeñar esta tarea de mejor manera. Evitarás más estrés añadido del que ya llevas.

Aprovecha tu tiempo libre. Una vez que empieces a trabajar, dale a tu tiempo libre el valor que tiene y resérvalo para actividades sociales que realmente te aporten algo. Es el momento perfecto para mantener y prolongar los lazos afectivos, quedando con amigos (manteniendo todas las medidas de seguridad por la pandemia), o buscando formas alternativas de mostrar y recibir afecto.

Realiza actividades saludables. Practicar deporte y llevar una buena alimentación influye en tu estado anímico y de salud. El deporte genera endorfinas que mejoran el estadode ánimo y reducen el estrés. Por eso es algo que tampoco se debe descuidar los primeros días de regreso.

Valora lo que tienes. Si tienes la suerte de amar tu trabajo te será mucho más sencillo reincorporarte de nuevo al puesto laboral. En el caso contrario, no debes olvidar que mejorar la situación depende de ti, empezando por plantearte un cambio de trabajo a uno que se adapte mejor a tus necesidades.

Aprende a meditar. Seguro que has oído hablar de que la meditación ayuda a controlar la ansiedad y la excitación. ¿Eres escéptico con respecto a estas técnicas? Es el momento de salir de dudas. Mediante el paso de los milenios, son muchas las culturas que han seguido desarrollando la meditación hasta el día de hoy. Dedicar un tiempo a aprender sobre técnicas de meditación te proporcionará un pilar fundamental para mantener un estado de calma saludable pese a las situaciones adversas a las que te puedas enfrentar, por más estresantes que sean.

Mira el lado positivo, ¡seguro que lo hay! Si se interpreta de forma positiva el fin de las vacaciones, resultará más sencilla. Evita pensar que el trabajo es una carga y enfócalo desde otra perspectiva.

Duerme ocho horas. Es habitual dormir de manera insuficiente durante un periodo de más estrés, pero debes esforzarte por dormir el mínimo de las ocho horas diarias recomendadas y regular los ritmos de sueño lo antes posible.

En definitiva, escúchate, presta atención a tus emociones y pensamientos e intenta descubrir lo que necesita tu mente para estar en calma. Toma consciencia del presente y agradece las vacaciones que pudiste disfrutar gracias a tu trabajo. El apoyo de la familia también juega un papel fundamental en esta transición, búscalo.

Síndrome postvacacional: Tratamiento sintomático con productos naturales

Aún así  y si después de todo esto te parece que se te hace exageradamente cuesta arriba el retorno a la rutina, en Castillo disponemos de un amplio vademecum de productos naturales que te pueden ayudar para cada síntoma y que te harán más llevadero el cambio. Tanto si lo que más te preocupa es el cansancio y la astenia; como si es la tristeza o desmotivación; o la falta de concentración y memoria; o si es el insomnio. Los productos naturales de los laboratorios de nuestra confianza pueden constituir un tratamiento sintomático en caso de necesidad.

Si tienes cualquier duda, aquí estamos para que nos consultes. Recuerda no utilizar productos naturales sin conocer sus propiedades y efectos secundarios, y tener especial precaución si tomas medicación habitual o sufres alguna patología. Lo natural no es sinónimo de inocuo, ¡consúltanos siempre!

En cualquier caso, si te sientes desbordado lo mejor es solicitar la ayuda de un profesional. Y bienvenidos a todos de vuelta, ¡os esperábamos con ganas!