Es un momento oportuno para hablar de este tema, ya que el otoño es la estación del año en la que más se extiende la preocupación por la caída del cabello y otros problemas capilares. Las condiciones climáticas, un estado más vulnerable de nuestras defensas inmunitarias… pueden desencadenar problemas en la salud del cabello. 

A esto se suma el hecho de que, durante los meses de verano, la exposición al sol, el cloro de las piscinas o la sal del mar afectan al cabello, convirtiéndolo en frágil, apagado, y falto de brillo.

La llegada del otoño también es el momento de la temida caída, por lo que se convierte en la época del año más apropiada para dedicar atención al cuidado del cabello y del cuero cabelludo. Descubre cómo en este post.

Factores agravantes de problemas capilares en otoño

La humedad, el viento o los cambios constantes de temperatura (del frío exterior a las calefacciones y viceversa) alteran el buen estado del cabello:

• Con el frío se produce una menor dilatación de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, que son los que aportan los nutrientes que el cabello necesita para mantenerse en buenas condiciones, y aseguran que los nuevos cabellos crezcan fuertes. Debido a este menor aporte, el cabello se resiente.
• La contaminación se dispara durante los meses fríos y también tiene un efecto negativo sobre el pelo, que se traduce en un cabello más quebradizo, opaco, decolorado y con las puntas abiertas.
• El paso continuo del frío exterior a los ambientes caldeados por la calefacción afecta directamente a la humedad del cabello, y es uno de los responsables principales de la sequedad capilar típica en esta época del año.

La temida caída

Aunque la caída del cabello es un fenómeno que tiene lugar durante todo el año, con la llegada del otoño este proceso se acelera de manera notoria, provocando un mayor número de consultas en busca de productos para ponerle remedio. Huye de productos y técnicas falsamente milagrosas; y si quieres afrontar el problema desde una óptica efectiva, lo correcto es visitar al dermatólogo.

Es habitual que con la llegada del otoño el cabello se caiga más. Se trata de un fenómeno normal de renovación del cabello que vuelve a nacer transcurridos unos meses. El cabello está sometido a una serie de ciclos, y la caída que se produce durante el otoño se considera una alopecia estacional y tiene que ver directamente con el ciclo del nacimiento y crecimiento capilar. No hay que asustarse pues ante esta caída estacional, sino consultar a un dermatólogo, que podrá determinar si la caída es fisiológica o patológica.

La caída del cabello puede provocar un deterioro estético y derivar en afecciones psicológicas, de mayor impacto entre las mujeres. Es muy importante acudir al dermatólogo para una exploración y las pruebas complementarias necesarias para llegar a un correcto diagnóstico e instaurar el tratamiento adecuado.

Prevención y cuidado

Aunque se trate de un fenómeno normal, existen estrategias que mejoran el estado del cabello en esta época del año y favorecen que éste se desarrolle con el suficiente vigor:

• Una dieta correcta se refleja en un cuero cabelludo sano y en un pelo fuerte y brillante, mientras que las carencias de determinados nutrientes pueden debilitar la fibra capilar y favorecer la caída.
• Existen champús, ampollas, lociones y otros tratamientos de aplicación tópica específicos para reforzar el cabello. Tanto para potenciar los efectos de estos productos como para favorecer la correcta circulación sanguínea en esta zona, un gesto básico son los masajes. Cualquier momento es bueno para llevarlos a cabo: al aplicar el champú, después de utilizar la ampolla o loción fortalecedora, durante el enjuague del cabello, antes del cepillado...
• También los nutricosméticos para el cuidado de la salud capilar pueden ser útiles. Se utilizan como coadyuvantes en los tratamientos anticaída junto con los tratamientos tópicos, y también para el rescate del cabello castigado durante el otoño.

Otros consejos

Además de elegir la estrategia de tratamiento y los productos más adecuados en función del tipo de problema y de su gravedad, estos son algunos de nuestros consejos:

• Elige champús y tratamientos de reconocida eficacia, que sean específicos para tu tipo de cabello (seco, graso, fino…).
• Utiliza acondicionadores y mascarillas, que nutren y reparan las fibras capilares.
• Evita, en la medida de lo posible, aplicar tratamientos químicos agresivos (tintes, permanentes, productos alisadores) o utilizar altas temperaturas (uso de planchas, etc.), hasta que el cabello no esté suficientemente saneado.
• Sigue una dieta variada y equilibrada que aporte todos los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Los nutricosméticos representan un refuerzo, pero no pueden sustituir el aporte dietético adecuado y un estilo de vida saludable. Además, no deben superarse nunca las dosis y el período de administración recomendados.

Cada cabello necesita unos cuidados concretos y específicos, adaptados a su tipología, y en Castillo podemos ofrecerte consejo experto e individualizado. Disponemos de multitud de productos específicos, que, junto con nuestro consejo, te pueden aportar las soluciones más adecuadas para devolver a tu cabello su vitalidad en otoño.

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