En esta época del año ya llevamos unas cuantas cenas o comidas de empresa, negocios, amigos, el grupo del gimnasio, .... y todavía faltan días para Navidad. Los excesos de las "comilonas" o la variación del tipo de alimentación que llevamos durante el mes de diciembre afecta a nuestro cuerpo y en especial a nuestro estomago.

Algunos de los síntomas de que hemos comido demasiado o el abuso de algún alimento que no nos sienta demasiado bien son: la acidez, el reflujo gastrico, ardos, sensación de pesadez, dolor, ...

Los trastornos relacionados con el tubo gastroesofágico son muy comunes y a menudo son subestimados. Estos trastornos, debidos al reflujo gastroesofágico, a gastritis o a dificultades digestivas, se manifiestan cuando las mucosas del esófago y del estómago son agredidas por la acidez de los jugos gástricos.

Algunas sugerencias para evitar estas situaciones de acidez y malestar estomacal son:

• masticar bien los alimentos.
• no acostarse hasta después de 2 horas de terminar de comer
• dormir con la cabeza más alta que el estomago: por ejemplo con dos almohadas
• evitar el uso de prendas que compriman la parte del abdomen y el estomago
• no realizar actividades físicas intensas después de la comida o cena, sino, actividades relajantes como paseas, ...
• algún caldo casero sin grasa para cenar si hemos comido en exceso para no sobre cargar más el trabajo del estomago

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