El sol es vida y nos gusta disfrutar de él, más aún ahora tras dos años de pandemia. Tiene múltiples beneficios, tanto para el cuerpo como para la mente, pero hay que exponerse a él convenientemente protegidos.

EL PORQUÉ DE LA FOTOPROTECCIÓN

Cada vez hay más información acerca del daño que la radiación solar produce en nuestra piel. Las diferentes radiaciones que recibe nuestra piel no solo producen enrojecimiento, sino que generan radicales libres que dañan nuestro ADN, lo que a largo plazo puede producir daños mayores como el cáncer de piel. Además, la exposición solar sin la protección adecuada no solo es peligrosa para la salud, sino que acelera el envejecimiento de la piel (pérdida de elasticidad de la piel y la aparición de arrugas y líneas de expresión) y la aparición de manchas (sobre todo, en el rostro, el cuello, el escote y los brazos).

Los daños producidos por la exposición al sol se deben no solo a la radiación ultravioleta, efectos ya conocidos desde hace tiempo, sino también a los rayos infrarrojos y a la luz visible, por lo que es importante protegerse frente a todo el espectro de la radiación solar para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, neutralizar la acción de los radicales libres, y reparar los daños solares acumulados durante toda la vida.

EL PORQUÉ DE LA FOTOPROTECCIÓN ORAL

Afortunadamente, un segmento amplio de la población tiene ya interiorizado la importancia de la fotoprotección tópica, pero aplicar la crema solar de forma correcta no es fácil, y pueden quedar zonas sin cubrir como la nuca, las orejas, el cuero cabelludo, los párpados, los antebrazos o el empeine. Además, es complicado calcular la cantidad recomendada para una mejor eficacia. Muchas veces tampoco la reaplicación del fotoprotector tópico se realiza de la forma correcta.

Todos estos factores reducen la protección real del fotoprotector tópico frente al sol, y parte de nuestra piel queda desprotegida. Para garantizar una protección solar completa, además de utilizar un fotoprotector tópico, es importante prevenir también desde el interior, con una dieta adecuada y mediante la fotoprotección oral.

La fotoprotección oral cubre las deficiencias de la fotoprotección tópica, ya que la vía sistémica llega a toda la superficie expuesta, incluyendo las mucosas. Consigue hacer frente a los daños del sol desde el interior y ayuda así a reforzar la resistencia de nuestra piel frente a la radiación solar, neutralizando los efectos dañinos del sol y reparando los daños producidos, al incorporar potentes antioxidantes específicos y reparadores del ADN celular. Esto es particularmente importante en personas con alguna alteración cutánea en la que la exposición solar agrava los síntomas.

Remarcamos que NUNCA, y repetimos que NUNCA, los fotoprotectores orales sustituyen a los tópicos, sino que los complementan, alcanzándose así un nivel de fotoprotección más profundo e integral.

TIPOS DE FOTOPROTECTORES ORALES

Los fotoprotectores orales son complementos alimenticios a base de nutrientes que contribuyen a la fotoprotección celular. Debido a la gran variedad de fotoprotectores orales, lo mejor es preguntar al profesional sanitario de confianza, quien aconsejará la mejor opción en función del tipo de piel, fototipo y objetivos a conseguir.

Principalmente, están formulados a base de activos antioxidantes como vitaminas C y E, polifenoles como el resveratrol, carotenoides como la luteína o el licopeno, y extracto de Polipodium leucotomos, que reducen la formación de radicales libres causada por la radiación solar y protegen de la degradación de lípidos, proteínas y ADN.

¿PARA QUIÉN?

La fotoprotección oral NUNCA sustituye a la protección tópica, pero es un complemento muy útil ya que, como hemos visto, aun aplicando el filtro solar, la piel no queda convenientemente protegida.

Además, la radiación ultravioleta afecta a nuestra piel durante todo el año, no solo en verano. Por lo que puede dañarla incluso, en momentos en los que no nos damos cuenta, como en un día nublado de verano, o en un día soleado de invierno, en los que habitualmente no hacemos uso del fotoprotector.

Aunque los fotoprotectores orales se recomiendan a todas las personas para una protección integral, están especialmente indicados en grupos de población con especial riesgo, como pieles con intolerancia al sol, alergias solares, dermatitis, fototipos muy claros, manchas cutáneas y otras afecciones de la piel, y también durante el tratamiento con fármacos fotosensibilizantes.

¿CÓMO?

En cuanto a la forma de utilizarlos, sigue siempre las recomendaciones del profesional sanitario de confianza ya que su dosificación no solo dependerá de la concentración de activos de la fórmula elegida, sino también de las necesidades concretas de cada paciente.

Durante el embarazo y la lactancia, como norma general, la administración de un complemento alimenticio debe realizarse bajo la supervisión de tu médico o especialista, para que valore la idoneidad o no de su administración.

Nota: Los complementos alimenticios no sustituyen una dieta equilibrada ni un estilo de vida saludable. Mantener fuera del alcance de los niños. No tomar en caso de hipersensibilidad a alguno de sus ingredientes. No superar la dosis diaria recomendada.