¿Qué le ocurre a tu piel en la menopausia?

La menopausia es una etapa más de la vida de la mujer, que puede y debe vivirse con total plenitud. Por eso en Castillo queremos resaltar la importancia del abordaje de sus síntomas y hablar sin tabúes sobre la forma en que la menopausia afecta a las mujeres en su calidad de vida y cómo paliarlo. Entender que la menopausia provoca cambios en nuestro cuerpo y en nuestra mente nos puede ayudar a reconfortarnos como mujeres.

Y aunque tu aspecto vaya a cambiar, la menopausia trae consigo la madurez, la seguridad en tus decisiones y el conocerte mejor a ti misma. Gratificante, ¿no?

La menopausia es un proceso fisiológico natural por el que pasan todas las mujeres, generalmente entre los 45 y los 55 años, y que se debe al cambio en los niveles hormonales, a la desaparición de la menstruación, y que conlleva cambios físicos y psicológicos que pueden tener un impacto en la salud.

La menopausia es un proceso personal que cada mujer lleva de manera distinta.

Síntomas

No todas las mujeres desarrollan síntomas durante la menopausia. Se caracteriza principalmente por la aparición de sofocos, que pueden producir un calor intenso y molesto que provoca enrojecimiento de la piel, sensación de ahogo y sudor excesivo. Cambios en el estado de ánimo, trastornos del sueño, molestias vaginales, irritabilidad… son otros síntomas que aparecen, y que pueden ser más intensos debido a hábitos de vida no saludables.

Durante la menopausia disminuyen las hormonas responsables del deseo sexual. Además, existe una menor lubricación y una mayor sequedad vaginal, lo que incrementa la dificultad de mantener unas relaciones sexuales plenas.

También pueden presentarse problemas vinculados con el pelo y su caída como la alopecia frontal o la alopecia femenina.

La piel en la menopausia

La menopausia trae consigo una serie de cambios en el cuerpo y en un órgano en especial, la piel, en el que tendrás que poner especial cuidado. Durante esta etapa muchas mujeres notan un aspecto diferente en su piel y se sienten inseguras con su imagen. Estos cambios van ligados a la sequedad excesiva de la piel.

La disminución de la función ovárica provoca desequilibrios que afectan a los procesos biológicos naturales de regeneración e hidratación afectando a tu cabello y a tu piel.

El principal factor que propicia todos estos cambios en la piel es la reducción del colágeno, lo que provoca la flacidez facial típica, que viene acompañada de la incapacidad que empieza a tener nuestra epidermis para retener agua y la degradación de las fibras elásticas. La falta de firmeza afectará principalmente al óvalo de la cara, al cuello y a la parte interior de piernas y brazos.

La luminosidad se irá apagando también progresivamente. La piel se vuelve más vulnerable a los agentes externos y las arrugas comienzan a ser más profundas y marcadas.

Todo ello trae como consecuencia una piel seca, deshidratada, flácida, áspera, con arrugas y cambios de pigmentación o dilataciones vasculares, generalmente alrededor de los 50 años, aunque varía en función de la herencia genética y del estilo de vida. Sus funciones (como protegernos de gérmenes y de la radiación solar, regular la temperatura corporal, etc.) se alteran.

La piel irritada también se convierte en un factor común, así como una disminución de la capacidad de cicatrización, con un consiguiente empeoramiento de afecciones cutáneas preexistentes, como eczemas o rosácea. Los picores y el cambio de tono de piel son también algunos de los síntomas de la piel durante la menopausia.

Nuestra piel tiende a pigmentarse de manera irregular, sobre todo en las zonas más expuestas al sol, y aparecen manchas.

La piel de las palmas de las manos y plantas de los pies se hace más gruesa y con tendencia a la aparición de grietas.

¿Qué ocurre con el cabello?

El ciclo del pelo se vuelve más lento y el pelo cada vez es más delgado y corto, dando lugar a un cierto grado de alopecia. Lo más importante es un diagnóstico precoz por un dermatólogo para instaurar un tratamiento. Al igual que ocurre en la piel, el cabello también se vuelve más seco.

Otro tipo de caída que puede ocurrir en este periodo es la alopecia frontal, que se caracteriza por un retroceso de la línea de implantación de forma progresiva. Igualmente, un diagnóstico precoz por un dermatólogo es útil para instaurar un tratamiento y frenar la progresión.

Puede que te aparezca más vello en la cara, y se localizará en el labio superior, en la mandíbula y en la barbilla.

Cuidados de tu piel durante la menopausia

Tienes que ser especialmente cuidadosa con los productos que utilizas en esta etapa porque con un buen cuidado de la piel se ralentizan todos estos procesos que hemos descrito.

Existen una serie de rutinas que puedes empezar a seguir para reducir todos estos síntomas:

  • No olvides limpiarte la cara todos los días, mañana y noche. La higiene debe hacerse con productos no irritantes que mantengan el pH correcto para no alterar la barrera hidrolipídica.
  • Aplica un tratamiento hidratante específico para esta etapa de manera generosa, en cara y cuerpo, siempre que notes tu piel seca. Es conveniente ingerir diariamente al menos un litro de agua, y hay que utilizar también una hidratante corporal tras el baño, insistiendo en brazos y piernas.
  • También te recomendamos una exfoliación suave, que fomente la renovación celular. Tu tipo de piel condicionará el tipo de exfoliación y su frecuencia.
  • Por supuesto, deberás incluir en tu rutina diaria el protector solar de amplio espectro adecuado a tu tipo de piel durante todo el año. No olvides que el sol es uno de los factores que más daña nuestra piel en todas las edades. A pesar del efecto beneficioso del sol en dosis controladas, su exceso causa la mayoría de los signos cutáneos de envejecimiento.

Otras recomendaciones

Por último, te damos una serie de consejos que pueden ralentizar todos estos efectos:

  • Evita la ingesta de alcohol y deja de fumar si eres fumadora. El alcohol y el humo dañan nuestra piel, además de tener otros efectos negativos en nuestro organismo.
  • Intenta llevar una dieta sana, equilibrada y variada en la medida de lo posible. Evita el sobrepeso.
  • Haz deporte de manera regular en función de tus capacidades y de tu estado de salud, y establécelo como rutina imperdonable en la semana, para evitar la oxidación de la epidermis.
  • Deja a un lado el estrés
  • Existen complementos alimenticios que consiguen mitigar estos síntomas y tener una menopausia más serena, con eficacia en el mantenimiento de la elasticidad de la piel, los niveles de energía, la calidad del sueño, los cambios de humor, consiguiendo mejorar la calidad de vida de forma notable. Estos complementos no sustituyen una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, y no has de superar las dosis diarias recomendadas.

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Bibliografía:

IM Farmacias. Diversos artículos

Vichy.es ‘Efectos que la menopausia tiene sobre tu piel’