¿Tengo gripe o resfriado?

Con el frío y los cambios de tiempo, aparecen las enfermedades respiratorias. La llegada del invierno contribuye a la proliferación de estas enfermedades, ya que el frío provoca una disminución de la capacidad defensiva de las mucosas de las vías aéreas superiores.

El resfriado y la gripe son enfermedades muy comunes en esta época, pero a veces existe confusión a la hora de distinguir entre una y otra.

Ambos están causados por virus, pero no son del mismo tipo. La gripe está provocada por el virus Influenza, que tiene la particularidad de modificarse cada cierto tiempo, lo que ocasiona que sus síntomas sean diferentes. Los que provocan el resfriado suelen ser el rinovirus y el coronavirus, y además de ser más habitual, puede padecerse varias veces al año.

Mientras que un resfriado es compatible con la vida ordinaria, los síntomas de la gripe son más intensos y más debilitantes para el organismo. Hay algunos síntomas que nos dan la clave para diferenciar si la afección corresponde a una gripe o a un resfriado:

En primer lugar, la fiebre. Lo habitual es encontrarnos con fiebre elevada en el caso de la gripe (entre 38 y 40 grados), mientras que en el resfriado no suele haber fiebre o es muy baja. Lo mismo sucede con el dolor muscular y con el dolor de cabeza. En la gripe estos dos síntomas se manifiestan de manera intensa mientras que en el resfriado son síntomas leves. La característica primordial en un resfriado es la congestión nasal, mientras que en la gripe solo aparece de manera ocasional. Igual ocurre con el dolor de garganta y la tos, más frecuentes en el resfriado que en la gripe. En resumen, la gripe se caracteriza por fiebre elevada y fuertes dolores musculares y de cabeza mientras que en el resfriado los mocos, la tos y el dolor de garganta son los protagonistas. Esta imagen esquematiza las diferencias:

La diferencia más visible entre ambas enfermedades es pues, la intensidad de los síntomas. La gripe es mucho más intensa y debilitante y puede provocar fiebre alta durante tres días o más. Además, la gripe aparece de forma súbita y sus síntomas pueden durar una o dos semanas. Por el contrario, el resfriado llega de forma gradual y tiene una duración más corta.

Tratamiento

El tratamiento básico de ambas enfermedades es muy similar, aunque si hay complicaciones o se presenta fiebre alta durante muchos días, es necesario acudir a un médico para que evalúe el estado.

  • Analgésicos y antitérmicos, para aliviar el dolor, el malestar y la fiebre.
  • Medicamentos para mejorar los síntomas catarrales, como los antitusivos o los descongestionantes.
  • Líquidos abundantes y, si es necesario, un expectorante para ayudar a eliminar la mucosidad.
  • Descanso.

Prevención de las infecciones respiratorias

Los consejos para prevenir ambas enfermedades son los mismos:

  • Lleva una dieta variada y practica hábitos saludables: tu sistema inmune se mantendrá más fuerte frente a los virus.
  • Mantente hidratado para tener las mucosas húmedas
  • Lávate las manos con frecuencia, son una de las principales vías de contagio. 
  • Evita el contacto con personas que ya padecen la enfermedad.
  • No compartas material de higiene personal (toallas, pañuelos, etc.), ni utensilios (cucharas, vasos, etc.)
  • Usa pañuelos desechables y tose protegiéndote la boca con la parte interna del codo.
  • Vacúnate de la gripe si perteneces a un grupo de riesgo.

Hay que tener especial cuidado con la gripe ya que es puede tener complicaciones, como por ejemplo, la neumonía. Sobre todo hay que vigilar a las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, mayores de 60-65 años, mujeres embarazadas y, en general, personas con baja inmunidad o con enfermedades crónicas.

En cualquier caso, recordemos que aún estamos a tiempo de vacunarnos frente a la gripe y que, si a pesar de estar vacunados contraemos la gripe, nuestros síntomas serán más leves. Consulta aquí si perteneces a alguno de los grupos de riesgo.

No podemos concluir sin hacer una llamada de atención sobre el uso de los antibióticos. Al ser enfermedades de origen vírico, los antibióticos no son efectivos para la gripe y el resfriado, y su empleo está desaconsejado porque contribuyen a empeorar el grave problema mundial de las resistencias microbianas. Algunos de ellos están dejando de ser efectivos y la OMS nos alerta de que esto es una de las mayores amenazas para la salud mundial. Ante la gripe, antigripales, no antibióticos

Consúltanos cuáles son las opciones más adecuadas en tu caso y recuerda que el hecho de que un medicamento no necesite receta no implica que deba tomarse sin el correspondiente consejo. Estamos encantados de poder ayudarte.